Comencé basándome en un juguete, ya que uno de los objetos de mi caja de memoria  era un juguete de madera que había confeccionado mi padre para mí, entonces pensé en un volumen de madera que confeccionara yo misma, que respondiera a una figura conocida por todas las personas, y hacer una serie de este objeto, hice dibujos y maquetas pequeñas con palos de helado, trupán.

Los conceptos con los que partí fueron: lúdico, juego, juguete y repetición, que luego fueron variando, aunque lo lúdico se mantuvo.

De esta propuesta mantuve la forma de avión, pero de manera más simplificada, cambié la materialidad, de madera a papel. Decidí que quería colgar estos aviones de papel en un espacio, por lo cual realicé algunas pruebas en mi pieza, modificando la luz con papel celofán.

La idea de abordar un espacio se mantuvo, pero varió a generar este espacio en gran formato, como parte de la obra, en donde estuvieran estos aviones colgados y se pudiera habitar y recorrer.